martes, 22 de mayo de 2012

Entérate: Condiciones extremas... Cómo evitar la deshidratación.


Llega el verano y con él un riesgo: la deshidratación. Nos llama verdaderamente la atención la cierta cantidad de fuentes inhabilitadas o que sencillamente ya han dejado de ser potable por el motivo que sea, muchas veces nos confiamos cuando antes de emprender el recorrido hacia alguna ruta o paraje natural, miramos en el mapa y vemos la existencia de estas fuentes y resulta que, al llegar a dicho destino… sorpresa.

Es por ello que hoy, en la sección entérate, dará comienzo  un apartado referente a la importancia del agua para sobrevivir, además de medios y técnicas para conseguirla;  tomado del libro  “El arte de la Supervivencia en la Naturaleza” del autor: Ray Mears.








LA IMPORTANCIA DEL AGUA
En un ambiente templado, los humanos necesitan entre tres y cinco litros de agua al día, dependiendo de la ropa y el grado de esfuerzo; pueden llegar a ser diez litros o más en climas más cálidos. El agua nos permite mantenernos calientes en climas fríos y frescos con el calor. Facilita la digestión, transporta el oxigeno y la energía a los músculos y elimina los residuos. Cuando estamos correctamente hidratados, producimos aproximadamente un litro de orina clara al día.



Deshidratación
Los efectos de la pérdida de agua se sienten realmente pronto. Incluso bajo circunstancias naturales normales podemos deshidratarnos cuando tenemos agua si no bebemos la suficiente. Sorprende el hecho de que la deshidratación se dé con más frecuencia en los climas fríos que en los cálidos: En el Ártico tenemos que tener el cuerpo húmedo porque el aire es seco y el cuerpo necesita más agua para mantenerse caliente. Recuerda que es más fácil mantenerse hidratado que intentar corregir  los efectos de la deshidratación.

Síntomas de la deshidratación
El primero y el más obvio es la sed. Luego notaras cierta incomodidad que se ha comparado a los comienzos de la gripe y que puede venir acompañada de dolores musculares. Las náuseas comienzan cuando estamos cansados y el vómito nos incrementa la pérdida de agua. El sistema nervioso se ve afectado, lo que produce aturdimientos y mareos. El dolor de cabeza, como cuando se tiene resaca, y el hormigueo en las piernas son comunes, además de la irritabilidad y una capacidad reducida para tomar buenas decisiones. La producción de saliva y orina se reduce enormemente y los labios se agrietan. La orina se oscurece. Poco a poco nos vamos desorientando, podemos perder oído y experimentar temblores graves y rigidez en las articulaciones. Se pierde visión, sigue el coma y luego se muere.
La gente que vive y trabaja en climas cálidos puede hallarse en un estado de menor deshidratación, cuya señal es no orinar frecuentemente y que la orina sea oscura. Si se desatiende esto durante largos períodos, la última consecuencia puede consistir en la aparición de piedras en los riñones.

Cómo evitar la deshidratación
En teoría es fácil evitar la deshidratación bebiendo mucha agua, pero en la práctica no siempre es tan sencillo. Muchas bebidas, como el té o el café, son diuréticas, lo que reduce el beneficio del agua. Cuando el calor sea extremo, tendrás que tomar decisiones firmes sobre seguir bebiendo, lo cual puede ser difícil en función del tiempo y el esfuerzo que requiera conseguir y purificar agua.
Debemos de asegurarnos de llevar suficiente agua en cada situación y confiar en los medios para purificarla. Cada mañana antes de empezar la actividad del día, beber todo lo que se pueda, esto ayuda en gran medida a mantener la hidratación a lo largo del resto del día. A medida que avanzamos en el transcurso de las horas, beber agua con frecuencia y estar atento a cualquier oportunidad que se presente para rellenar las botellas.

Parte II: Cómo encontrar agua.

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