Fuentes de agua
Las fuentes de agua son muchas y variadas: algunas, como los
ríos y riachuelos, son fácilmente reconocibles, mientras que otras son casi
invisibles. Para conseguir agua de forma competente, tenemos que saber cómo
localizar las fuentes, como acceder a ellas y cómo utilizarlas. También tenemos
que tener una mente abierta: algunas de las fuentes de agua más importantes son
las más desagradables de usar.
Desde el momento en el que un copo de nieve cae sobre la
cima de una montaña, comienza un viaje sin tregua hacia el mar. El agua busca
el camino que le oponga menos resistencia, se filtra por las grietas de la
tierra hasta que llega a una capa de roca firme donde el agua que la fuerza
desde atrás la hace subir a la superficie en forma de manantial. Al fluir por la
tierra alcanza un mayor volumen: el manantial se convierte en riachuelo, luego
en río y al final alcanza el océano.
Indicadores de agua
A lo largo de su viaje, va absorbiendo y desechando agentes
contaminantes, desechos e infecciones. Muchos agentes contaminantes de los ríos
que pueden ser peligrosos para nosotros son invisibles para el ojo, así que
tenemos que esforzarnos por conseguir agua de la fuente menos contaminada: el
riachuelo que antecede al río, el manantial que antecede al riachuelo. Para
buscar agua unos buenos lugares pueden ser::
- la base de los acantilados
- los cañones estrechos
- los causes estrechos del fondo de los ríos secos
- depresiones en las rocas en las que aflora la arenisca
- lugares en los que se unen diferentes formaciones geológicas
Fuente de la información: Ray Mears
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